El primer día se aburría porque no
tenía con quien jugar.
El segundo día creó con plastilina un
perro y con su magia le hizo que dijera guau guau.
El tercer día creó con plastilina un
gato y con su magia le hizo que dijera miau miau.
El cuarto día aquello fue una batalla
campal.
El quinto día con su magia hizo que
el perro dijera miau miau.
El sexto día con su magia hizo que el gato dijera guau guau.
El séptimo día fueron los tres
felices, el niño, el perro y el gato.
Texto ©Manuela Fernández Cacao
Ilustraciones de Edurs, Kyra_Starr y Red.
Belamente inocente y aniista. Un abrazo. Carlos
ResponderEliminarUn cuento lleno de magia y sabiduría y al final fueron felices.
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